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jueves, 11 de febrero de 2016

RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Los CONFLICTOS entre niños a pesar de ser considerados como algo habitual, en muchas ocasiones dañan su autoestima y les provocan sentimientos negativos. Es importante que trabajemos con ellos las emociones que sienten cuando se enfrentan ante una situación de conflicto y cómo regularlas o controlarlas para que ello no les lleve a contener emociones negativas.
Los conflictos, no tienen por qué ser negativos, podemos convertirlos en experiencias productivas de las que salir reforzados.
Pasos que deberíamos llevar a cabo ante un conflicto:

1. Reconocimiento: ha habido un problema.
2. Causas: ¿por qué se ha producido? ¿ha podido ser un malentendido?
3. Reconozco mis emociones: ¿cómo me siento cuando soy yo el que lo ha iniciado? ¿cómo me siento cuándo lo han iniciado otros?
4. Busco soluciones: ¿Cómo puedo arreglarlo? ¿puedo hablar con la persona implicada?
5. Sigo una estrategia de resolución. ¿Qué voy a hacer primero? ¿Y después?

Al trabajar esto con mis alumnos de segundo, nos detenemos en el punto 3 (reconocimiento de mis emociones) y escribimos un listado de las emociones que sentimos según nos encontremos en uno u otro bando. ¡Eureka! La tristeza aparece a ambos lados. Son ellos mismos los que se dan cuenta de ello, y reflexionan acerca de la importancia de evitar el conflicto para no sentirnos tristes: "a nadie le gusta discutir y nos sentimos mal cuando estamos enfadados con un amigo/a"; así lo reconocen ellos mismos. En cualquier caso, reconocen que ante el conflicto, lo mejor es hablar con la otra persona para NEGOCIAR y encontrar un punto intermedio donde nuestros pensamientos convivan.

Es muy importante trabajar con ellos la ESCUCHA ACTIVA. Escuchar de manera activa implica que la otra persona reconozca en nosotros la atención e interés ante lo que nos está contando. En ocasiones los niños dedican lo que a los adultos puede parecernos "demasiado tiempo" a la hora de explicarnos un conflicto. Es muy importante que sin interrumpirlos, escuchemos con atención lo que nos cuentan, guiando y reconduciendo su monólogo hacia una conversación fluida en la que podamos apreciar cómo se sienten, y en el caso de reconocer en ellos emociones negativas (tristeza,  enfado, ira, desilusión, desesperación, etc.) poder ayudarles. En ocasiones tan sólo escuchándoles podemos estar ayudándolos a gestionar el conflicto (no siempre tenemos que decirles nosotros cómo deben solucionar el problema, tan sólo guiarlos para que encuentren una solución).

La EMPATÍA, toma un papel esencial en el proceso de resolución de conflictos. Pero, ¿qué es la empatía? Es saber ponernos en el SENTIR del otro. No sólo ponernos en su lugar, sino en cómo se siente en esa situación según sus circunstancias personales (y evitando realizar comparaciones acerca de cómo pude sentirme yo en una situación similar, ya que cada persona experimenta la misma situación de diferente manera). Para trabajar con ellos la empatía, en clase realizamos role- playing. Esto consiste en dar diferentes roles a los alumnos y hacerlos escenificar una situación en la que se hayan visto envueltos en un conflicto para que experimenten en primera persona cómo se sienten cuándo les hacen tal o cuál cosa.

En resumen, debemos escuchar a los niñ@s, dejar que expresen sus vivencias, y los sentimientos que se derivan de ellas, y reconducirlos hacia la expresión  el manejo de sus emociones para que sean lo más felices que sea posible. Recordad que podemos empezar con una sencilla pregunta que seguro soléis hacerles: ¿Qué tal ha ido hoy el cole?

Feliz tarde. ;)
Alba R.

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