Hemos preparado una caja con diferentes tarjetas de las 6 emociones básicas:
Alegría, tristeza, miedo, sorpresa, enfado y asco.
Cada alumno debía tomar una tarjeta y representar ante el resto mediante la expresión facial y corporal esa emoción. El resto, debía adivinar de qué emoción se trataba.
Se han divertido mucho.
Luego, nos hemos detenido en cada una de ellas, nombrando situaciones en las que hemos sentido esa emoción.
Como ya he dicho en alguna ocasión, el reconocimiento de las emociones y la capacidad para expresarlas; no es tarea innata. En ocasiones, es algo que debe ser trabajado, y que tanto la escuela como la familia, olvidan dedicar tiempo.
La importancia de reconocer emociones en otros y ser capaz de expresar las propias, supone una mayor inteligencia emocional, que a su vez implica una mejora en la autoregulación emocional.
Los niños que son emocionalmente más inteligentes, son más felices, por qué saben: qué sienten, por qué se sienten así, y cómo cambiar esa emoción (en el caso de que sea negativa).
Como deberes, deben rellenar esta ficha para reflexionar sobre las situaciones cotidianas en las que ellos mismos, o las personas que los rodean, sienten esas emociones. Tienen toda la semana para recoger la información, y este viernes veremos en qué situaciones hemos vivido o presenciado cada una de las emociones anteriormente nombradas.
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